lunes, 2 de enero de 2012

Cruise sigue en plena forma (y Hunt también)



Pues sí, amigos. Los casi 50 tacos que se gasta Tom Cruise se notan como nunca, sobre todo en los primeros planos (este hombre parece que no sabe lo que es el botox), pero qué físico luce el tío, y cómo corre (concretamente por Moscú, Dubai y Bombay). Pero a lo que nos interesa: ‘M:I: Protocolo fantasma’ mantiene el nivel de las mejores entregas de la saga (esto es, todas menos la segunda, que tampoco estaba tan mal), confirmando a Ethan Hunt como su seguro de vida. De hecho, parece que la taquilla está respondiendo, algo que Cruise casi no recordaba. Y si siguen haciéndolas tan bien, por mí que hagan muchas más M:I.

¿Es tan buena la cuarta entrega como su predecesora, la mejor de la saga? Pues así, así. Le gana en algunos aspectos, como la caracterización de los secundarios. Simon Pegg ya está presente en todo el metraje y garantiza el toque de humor, convirtiendo este film en el más divertido de la serie, y sin que ello perjudique a las tramas de intriga y al clima de tensión, que era lo difícil.

No lo hace mal JeremyRenner, aunque esperaba más, de él y de su personaje. Pero la revelación es Paula Patton, con la que se consigue lo que estuvieron a punto de hacer en la tercera parte con Maggie Q, darle un papel de verdad, más allá de lucir su físico. Aquí dan en la diana, y la chica deja huella.

En cambio, el malo deja bastante que desear, y acaba siendo el típico malo de las películas de Bond, muy lejos de la exhibición de Philip Seymour Hoffman, aterrador en el film precedente. Y no solo eso es lo que esta película tiene de Bond, ya que, a pesar de que nos venden que la F:M:I es desmantelada y el equipo de Hunt queda solo ante el peligro, lo cierto es que siguen teniendo cochazos espectaculares, jets privados y todo tipo de artilugios de última tecnología. Muy a lo Bond (no hablemos de Bombay…), y nada que ver con esos capítulos en los que Jack Bauer se queda solo, pero de verdad (vale, siempre nos quedará Chloe). De hecho, y salvo en la segunda entrega de la saga, Hunt está más que acostumbrado a tener que apañárselas solo con su equipo y a ir contra los jefazos de la F:M:I, por lo que no hay ninguna novedad, sino que los guionistas se mantienen fieles a las señas de identidad de esta serie.

La trama tampoco es la mejor de la saga, tal vez incluso solo por encima de la segunda (¿ah, pero, tenía trama?), lo que no impide que Brad Bird lleve la cinta con mano firme durante la mayor parte del metraje, convirtiendo esta nueva entrega en todo un espectáculo de acción y suspense, al nivel de lo mejor que puede dar Hollywood.

Incluso, en lo que tal vez sea el mejor hallazgo del guión, han resuelto de una manera brillante la pregunta que me hacía en el post dedicado al estreno de esta película: ¿qué habrá pasado con la mujer de Ethan Hunt? Porque en la tercera el agente lo arriesgaba todo para salvarla y en el tráiler de esta nueva entrega no se la veía por ningún lado… Repito, no la han obviado, como a cualquier chica Bond de un film para otro, y han resuelto el tema a la perfección.

Por lo demás, la influencia de las pelis de Bourne sigue presente en las peleas, Hunt cada vez recuerda más a Bauer en determinados aspectos, y esta vez ya no hacen falta ni las máscaras. Por cierto, no os perdáis el prólogo. Tenían una buena papeleta después de los tres anteriores, sobre todo el último, brutal, así que lo han solucionado optando por otra vía: acción in crescendo, fondo musical de Dean Martin y mucho humor. Diferente, pero igualmente efectivo.

Nada, a esperar ¿5 años más? para la próxima. Aunque me da que no van a tardar tanto… (y si no que se lo digan a Spielberg y a Harrison Ford, que esa es otra).

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